Con adolescentes: en familia, cómo prevenir los conflictos cuando son inevitables
Conflictos… ¿son buenos o son malos? Aunque ya hemos comentado sobre esto en anteriores ocasiones, no está de más recordar que los conflictos son necesarios e inevitables para la convivencia humana. Más aún si cabe en la etapa adolescente, cuando podría ser esta una de las etapas claves para entender, aprender y adquirir herramientas de gestión de los conflictos.
Hoy concretamente hablamos sobre la adolescencia… y para mí uno de los grandes referentes es Antonio Rios, médico especializado en psicoterapia y terapia familiar. De acuerdo a Antonio, la adolescencia no siempre llama a la puerta sino que aparece de repente, y a la que te das cuenta, de tener un hijo/a cariñoso, amable, comunicativo… pasamos a tener en casa un clima sombrío, hostil, distante, de miradas acusadoras, de desplantes furibundos, de silencios amenazantes.
Esto es a lo que Antonio llama la adolescencia. Pero, ¿qué es exactamente? La adolescencia es una de las etapas más complicadas de la vida de un ser humano. Es una época de profundos cambios físicos, inestabilidad emocional, inseguridad personal manifestada en una necesidad de constante afirmación por parte de los amigos/as. Etapa de rebeldía ante las normas, ante la autoridad, con alteraciones en las percepciones personales y del mundo exterior, surcada por una gran confusión de sentimientos, descubrimiento de la sexualidad, concreción de la identidad sexual, de búsqueda de autoafirmación. En este proceso de transformación, el /la adolescente sufre dos grandes crisis:
- Crisis de Identidad:. Dejan de ser niños/as para ser “algo” todavía por definir, descubrir y confirmar. Esto les crea mucha inseguridad personal y por lo tanto mucha necesidad de aceptación especialmente por parte de los amigos/as.
- Crisis de Autoafirmación: Es la crisis por la que el/la adolescente ejerce su necesidad evolutiva de manifestar su criterio, su opinión, sus gustos y ejecutar sus decisiones. Esta necesidad de afirmación les lleva a una búsqueda de autonomía, y una búsqueda de independencia. Aún así necesitan de su amor y de su reconocimiento y aprobación.
10 Tips o pautas para la convivencia con su hijo/a adolescente
- Paciencia y de ánimo, (más!) sabiendo que esta etapa se termina.
- Re-aprender y re-conocer a tu hijo/a: no intentes razonar solo comprender y conocer sus intereses y preferencias
- Estar ahí ¡¡siempre!!
- Apreciar y valorar alguna de las cosas que a ellos les gusta, aunque no sea de su gusto u opción.
- Negociar, negociar, negociar… en la mayoría de las situaciones… y hacerles partícipes en la medida de lo posible de las decisiones.
- Seleccionar las “guerras” o motivos por los que vale la pena entablar un conflicto
- Comuníquese de modo Afectivo, Efectivo y Superficial con su hijo/a adolescente.
- Manifieste el cariño que le tiene a su hijo/a adolescente, pero hágalo de un modo que no le haga sentirse niño/a. No humillaciones ni descalificaciones.
- Favorecer la autonomía y la independencia de su hijo/a adolescente, ayudándole a que asuma las consecuencias: La permisividad absoluta no es buena. La autoridad absoluta no es buena.
- Supervisar lo que lee, escribe, ve, con discreción, no fiscalizar constantemente.
Mucho ánimo… afortunadamente, todo pasa!